por EL MOSTRADOR 5 febrero 2015
Sin dar nombres, el académico que lidera la facultad donde estudiaron Délano, Carlos Lavín, Hugo Bravo y Pablo Wagner, entre otros, calificó de "inaceptables" las conductas por las que estos ejecutivos son actualmente investigados, asegurando que si corresponde una sanción debe ser aplicada para que la sociedad alcance "mayores estándares de excelencia".
José Miguel Sánchez Callejas, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica, manifestó su molestia y preocupación por los egresados de la institución que se han visto envueltos en los recientes escándalos financieros, específicamente el caso Penta y la investigación que recae sobre Juan Bilbao por uso de información privilegiada en Estados Unidos. El académico no entrega ningún nombre, pero su carta a El Mercurio se lee como una alusión directa a los ex alumnos que últimamente han desfilado por el Ministerio Público.
“Con profunda preocupación hemos visto en el último tiempo que algunos ingenieros comerciales de la PUC aparecen haciendo noticia por su participación en actos reñidos con la ética y que además constituyen delitos. Aunque dichos casos se encuentran aún en una etapa investigativa y la culpabilidad de los involucrados necesita ser demostrada, como Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la PUC rechazamos este tipo de conductas”, afirma el decano.
Entre los ex alumnos de la facultad se cuentan Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, los dueños de Penta, además del ex gerente del conglomerado, Hugo Bravo; asimismo, el ex subsecretario de Minería y empleado de Penta, Pablo Wagner; es el caso también de Manuel Cruzat, fundador del grupo Cruzat, que recientemente apareció en el caso y fue formalizado por apropiación indebida en la disputa entre el portal Mis Cuentas y CMR Falabella, donde llegó a un acuerdo en el que debió pagar US$6 millones; por otro lado, está la situación de Juan Bilbao, acusado de usar información privilegiada para comprar acciones en el marco de la venta de CFR (ex laboratorios Recalcine) a la farmacéutica estadounidense Laboratorios Abbott.
José Miguel Sánchez agregó que “estos hechos deben ser investigados con celeridad y, si corresponde, debidamente sancionados. Eso es lo que requerimos para que nuestra sociedad avance y alcance mayores estándares de excelencia. Prácticas como las que se investigan, como fraude al fisco, uso de información privilegiada y otras, nos parecen simplemente inaceptables”.
El académico aseguró que “como Facultad, aprovecharemos estos casos para profundizar en nuestras propuestas formativas, de modo que ellos motiven una reflexión y un discernimiento ético por parte de nuestros profesores, estudiantes y egresados. Estos infrecuentes, excepcionales y graves casos enlodan y expropian la reputación de los varios miles de ingenieros comerciales que se han formado en nuestra Facultad y que diariamente sirven y contribuyen al desarrollo del país de manera irreprochable”.
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